José Luis Amado Asesor de la AMPE |
El congreso aprueba nueva desaguisada ley que atenta contra
derechos fundamentales.
Este
22 de octubre se aprobó en el congreso de la república una nueva ley de delitos
informáticos. Se trata de una ley de 10 artículos que atacan a los delitos
informáticos que fue aprobado por el congreso de la república y que tiene cosas
bastante inexplicables. Los delitos informáticos considerados son
fundamentalmente cuatro: suplantación de identidad, acoso de menores por medios
informáticos, uso de equipos y fraude informático, en esencia busca que la
información, como bien jurídico, sea protegido. La intención es buena y nadie
estaría en contra pero lo grave son los articulados que se colocaron cambiando
lo ya existente a nivel internacional.
Lo peor de todo es que la legislación peruana ya tenía, en su mar
normativo, desde hace trece años, legislación aplicable a estos casos, mejor
aún ya en el marco internacional hace doce años se estableció en Budapest el
acuerdo de Cibercrimen que muchos países ya han suscrito y que, a pesar del
tiempo transcurrido el Perú aún no lo ha hecho y ha optado por salirse por la
tangente haciendo una versión nacional a través de esta reciente y muy confusa
ley aprobada. Al parecer posteriormente el MINJUS, intentará adherirse al
acuerdo de Budapest. Con esto nuevamente nos
aislamos del concierto internacional normativo ya que la ley promulgada tendrá
quizás solo una aplicación funcional a nivel nacional. Aquí salta la gran
pregunta: Por qué hace esto nuestro congreso. Si bien la versión aprobada fue
la presentada por el Ministerio de Justicia lo que se discutió en el pleno fue
el dictamen Bengolea- por cierto hartamente cuestionado por la sociedad civil- y que entro
a discusión en el congreso el 12 de setiembre. Lo raro es que aprovechando un
cuarto intermedio en pleno desarrollo del pleno, el congresista Chejade
introduce esta propuesta del MINJUS y luego cuando se reinicia la sesión es
aprobada por nuestros legisladores sin percatarse de que no es la versión ampliamente discutida en comisión
y conocida como el dictamen Bengolea.
La pregunta sin respuesta es cómo
el congreso de la república puede aprobar un ley que nueve páginas que ni
siquiera se había debatido y que mas aún fue introducido, aprovechando el
cuarto intermedio que se dio en la discusión del dictamen de la comisión
Bengolea. Es importante remarcar que
esta ley puede atentar contra la
libertad de expresión.
Tremendo cuestionamiénto a la
efectividad del vapuleado congreso de la república. Por lo pronto ya es
evidente para muchos congresistas que lo que aprobaron no es lo que se conocía
fruto del trabajo de la Comisión Bengolea sino un proyecto enteramente
impulsado por el MINJUS en consecuencia se espera que sobre la marcha se pongan
a trabajar para corregir este desaguisado proyecto. Solo nuestros trasnochados
congresistas se le puede pasar un proyecto totalmente distinto a lo trabajado por la comisión y, para remate,
aprobarlo por unanimidad: 84 votos a favor y ninguno en contra. Que vergüenza. Mientras es urgente hacer por lo
menos dos cosas: presentar la acción
de inconstitucionalidad de esta ley y la
sociedad civil organizada presentar sus reclamos mas enérgicos- entre estos el
de la AMPE que esta comprometida con libertad, acceso a la información y el
tema de la transparencia- y finalmente ya es tiempo que el estado peruano
suscriba el acuerdo internacional de Budapest sobre Cibercrimen que a la fecha
lo suscribieron todos los países europeos, Estados Unidos y algunos países
latinoamericanos.
La AMPE que representa a todos los gobiernos locales a nivel nacional se unirá a la corriente
mundial para combatir la ciberdelincuencia, sin lugar a dudas, pero no a costo
de nuestros derechos fundamentales. Esta mala ley perjudicará a mucha gente que
pueda acceder a información y pueda publicar información. No nos olvidemos que
la libertad de prensa y la libertad de expresión es la base de la actual
democracia moderna. Por eso diremos con firmeza, no a este tipo de leyes ni menos a la forma como, inexplicablemente, se pudo aprobar esta ley en nuestro congreso de la república.